Social Media and Meaning Making
Una manera de entender nuestras motivaciones es separarlas en motivación extrínseca e intrínseca.
La motivación extrínseca es cuando estás motivado a hacer una tarea por razones más allá de la tarea misma. Un ejemplo sería el trabajo, donde tu motivación por hacer el trabajo es una recompensa en la forma de pago. No continuarías presentándote a hacer el trabajo si no te pagasen, porque la motivación está separada de la tarea misma.
La motivación intrínseca es cuando estás motivado a hacer una tarea porque la tarea es inherentemente disfrutable o significativa. Un ejemplo de esto sería un hobbie. No se te recompensa por hacerlo, lo haces simplemente porque el hobbie en sí mismo te hace feliz.
En los setentas un estudio sobre esto fue hecho con niños. Los investigadores tomaron niños que ya mostraban interés en el arte y los separaron en dos grupos.
El primer grupo recibiría una recompensa por cada pintura que dibujasen. El segundo grupo no recibiría nada.
Hicieron un seguimiento de los niños después del estudio y descubrieron que los niños del primer grupo mostraron menos interés en dibujar y pusieron menos esfuerzo en sus dibujos una vez que se detuvieron las recompensas.
Los niños del segundo grupo continuaron mostrando el mismo nivel de interés en el dibujo que antes y, en general, pusieron más esfuerzo en sus dibujos.
El efecto que observaron se denominó efecto de sobrejustificación. El efecto de sobrejustificación se refiere a cómo añadir una motivación extrínseca a algo que antes era intrínsecamente motivador elimina la motivación intrínseca y, en última instancia, hace que la actividad o tarea sea menos significativa y agradable.
A lo largo de los años, se ha observado que otorgar recompensas externas a algo que anteriormente era intrínsecamente significativo da como resultado una menor creatividad, una peor resolución de problemas, una mayor inclinación a hacer trampa y, a veces, incluso la pérdida total de interés en la actividad.
Estaba pensando en esto en el contexto de las redes sociales y cómo han añadido motivación extrínseca - likes, reblogs, comentarios, atención - a lo más intrínseco: nosotros mismos y nuestras relaciones.
Al pasar tanto tiempo en las redes sociales, comenzamos a experimentar motivadores extrínsecos en torno a nuestra propia autoestima y nuestras relaciones.
No es suficiente tener una buena relación que nos de sentido o que mejore nuestras vidas. Ahora existe la sensación de que esa relación es menos real o significativa si la gente no la valida externamente en las redes sociales.
t isn’t enough to have a good relationship that brings us meaning or makes our lives better. Now there’s a feeling that that relationship is less real or meaningful if it isn’t being validated externally by people on social media.
No es suficiente que nos guste cómo nos vemos, necesitamos que otros nos vean y confirmen si nos vemos bien o no.
Nuestros propios pensamientos ya no se valoran ni se disfrutan de forma inherente. No podemos simplemente sentarnos y pensar y sentirnos seguros del valor de nuestras propias mentes. En cambio, hemos llegado a esperar y operar sobre la base de que si nuestros pensamientos no reciben las recompensas extrínsecas de los likes, los shares, y los comentarios, no son valiosos ni valen la pena.
Ninguna de estas son observaciones originales o incluso totalmente exclusivas de las redes sociales.
Sin embargo, la escala y constancia de las redes sociales es nueva - antes nuestras inseguridades o la búsqueda de validación externa requerían relaciones más reales e interacciones genuinas, en vez de las redes sociales donde puedes interactuar 24/7 con cientos o miles de personas.
Además, lo que me sorprende es lo que esto le hace a nuestro sentido de motivación intrínseca.
Si nos condicionamos para estar motivados extrínsecamente en nuestras relaciones, crecimiento personal y existencia misma, eventualmente el efecto de sobrejustificación se afianzará y perderemos la capacidad de disfrutar de nosotros mismos, nuestras relaciones y nuestras vidas por sus propios méritos.
Nos inclinamos menos a resolver problemas en nuestras propias vidas y relaciones, poniendo menos energía en mantener y trabajar en las cosas porque nuestra motivación ahora está ligada a recompensas externas en lugar del significado inherente de tener buenas relaciones con nosotros mismos y los demás.
Nos volvemos menos creativos en la forma en que enfocamos y vemos nuestras vidas a medida que nos orientamos cada vez más hacia las formas más eficientes y confiables de recibir nuestras recompensas extrínsecas.
Nos engañamos a nosotros mismos y a nuestras relaciones al ser deshonestos con nosotros mismos sobre nuestras motivaciones y el grado en que la motivación extrínseca nos ha superado, en gran parte porque sucede de manera tan gradual y silenciosa que ni siquiera nos damos cuenta de que sucedió.
Y, finalmente, nos desinteresamos y nos desconectamos de nuestras propias mentes, intereses, deseos, creencias y relaciones a medida que todas estas cosas se reducen a simples medios para un fin - conseguir validación externa y las recompensas prometidas por las redes sociales.
Ahora, por supuesto, hay un equilibrio que se puede lograr aquí y no es que simplemente estar en las redes sociales tenga este efecto. Pero cuando pienso en mi propia vida, es fácil ver las formas en que un mayor uso de las redes sociales y fijación en ellas ha distorsionado mis patrones de pensamiento y me ha hecho disfrutar menos de mi vida y mis relaciones a medida que mis motivaciones se deforman por la fijación en la recompensa/optimización alentada por las redes sociales.
Hay toda una conversación por tener aquí, por supuesto, en torno a cómo las redes sociales a menudo presentan la vida en su forma más interesante y dinámica, y nos prepara para tener falsas expectativas y una falsa comprensión de cómo puede ser la vida y que tipo de vida otros están llevando, lo que nos hace sentir insatisfechos y desarrollar una sed insaciable de que las cosas siempre sean mejores, porque nada nunca es suficiente cuando puedes iniciar sesión y aparentemente ver ejemplos de cómo la vida podría ser mejor ( cuando en realidad todo lo que vemos son distintas imágenes distorsionadas donde las desventajas son escondidas, oscurecidas, o se miente sobre ellas por completo)
Pero, en conjunto, todas estas cosas se combinan, creo, en un efecto perjudicial sobre nuestra capacidad para disfrutar de nuestras vidas, nuestras relaciones y de nosotros mismos, a medida que nos volvemos cada vez menos capaces de estar presentes en la vida tal como es o experimentar su significado inherente y cada vez más. más motivados para buscar significado y alegría a través de la recompensa externa y la validación, nunca completamente saciados, ya que siempre podemos ver que otros reciben más recompensas - más likes, más atención, más validación - que nosotros y siempre sentimos que nuestras recompensas externas, al ser menores, reflejan alguna verdad mayor sobre nuestro propio valor, el de nuestras relaciones, y el de nuestras vidas.
One way of understanding what motivates us is to separate motivation into Extrinsic and Intrinsic motivation
Extrinsic motivation is when you’re motivated to perform a task for reasons beyond the task itself. Examples would be jobs, where the motivation for doing the job is a reward in the form of payment. You wouldn’t continue to show up and do the job if you weren’t being paid because the motivation is separate from the task itself.
Intrinsic motivation is when you’re motivated to perform a task because the task itself is inherently enjoyable or meaningful. An example of this would be a hobby. You’re not rewarded for doing it, you do it simply because the hobby itself brings you joy.
In the 1970s a study around this was done with children. The researchers took kids who already showed an interest in art and separated them into two groups.
The first group would receive a reward for every picture they drew. The second group received nothing.
They followed up on the kids after the study and found that the kids from the first group took less of interest in drawing and put less effort into their drawings once the rewards stopped.
The kids in the second group continued to show the same level of interest in drawing as before and overall put more effort into their drawings.
The effect they observed was dubbed the Overjustification Effect. The Overjustification Effect refers to how attaching an extrinsic motivation to something previously intrinsically motivating takes away the intrinsic motivation and ultimately makes the activity or task less meaningful and enjoyable.
Over the years it’s been observed that attaching external rewards to something that was previously inherently meaningful results in lower creativity, worse problem solving, more inclination to cheat, and sometimes even loss of interest in the activity altogether.
I was thinking about this in the context of social media and how its attached extrinsic motivation - likes, reblogs, comments, attention - to the thing most intrinsic - ourselves and our relationships.
Spending so much time on social media, we begin to experience extrinsic motivators around our own self worth and around our relationships.
It isn’t enough to have a good relationship that brings us meaning or makes our lives better. Now there’s a feeling that that relationship is less real or meaningful if it isn’t being validated externally by people on social media.
It isn’t enough for us to like how we look, we need others to see it and confirm whether or not we look good.
Our own thoughts even aren’t inherently valued or enjoyable any longer. We can’t simply sit and think and feel assured in the worth of our own minds. Instead, we’ve come to expect and operate on a baseline that if our thoughts don’t receive the extrinsic rewards of likes and shares and comments, they’re not valuable or worthwhile.
None of these are original observations or even wholly unique to social media.
However, the scale and constancy of social media is new - our insecurities or external validation seeking required more actual relationships and genuine interactions before instead of social media where you can engage any time 24/7 with potentially hundreds or thousands of people.
Moreover, the thing that strikes me is what this does to our sense of intrinsic motivation.
If we become conditioned to be extrinsically motivated in our relationships and personal growth and very existence, eventually the Overjustification Effect will take hold and we lose the ability to enjoy ourselves, our relationships, and our lives on their own merits.
We become less inclined to problem solve in our own lives and relationships, putting less energy into maintaining and working on things because our motivation is now linked to external rewards rather than the inherent meaning of having good relationships with ourselves and others.
We come less creative in how we approach and see our lives as we orient ourselves more and more toward the most efficient and reliable ways to receive our extrinsic rewards.
We cheat ourselves and our relationships by being dishonest with ourselves about our motivations and the degree to which extrinsic motivation has overcome us, in large part because it happens so gradually and silently we don’t even notice it’s happened.
And eventually, we become disinterested and disengaged from our own minds, interests, wants, beliefs, and relationships as these things all become reduced to simple means-to-an-end for the external validation and rewards promised by social media.
Now of course there is a balance that can be struck here and it’s not like simply being on social media at all will have this effect. But when I think about it in my own life, it’s easy to see the ways that higher social media use and fixation has distorted my thought patterns and actually made me enjoy my life and relationships less as my motivations become warped by the reward/optimization fixation encouraged by social media.
There’s a whole other conversation to be had here, too, of course, around how social media most often presents life at its most interesting and dynamic and sets us up to have false expectations and understandings of how life can be and what sort of life others are leading causing us to feel dissatisfied and develop an unquenchable thirst for things to always be better, because nothing is ever good enough when you can log on and seemingly see examples of how life could be better (when in fact all we’re ever seeing is different distorted images where the tradeoffs are masked, obscured, or outright lied about).
But together all these things combine, I think, into a detrimental effect on our ability to enjoy our lives, our relationships, and ourselves as we become less and less able to be present to life as it is or experience its inherent meaning and more and more motivated to seek meaning and joy through external reward and validation, never fully sated as we can always see other receiving more rewards - more likes, more attention, more validation - than us and always feel like our lesser external rewards reflects on some greater truth about the worth of ourselves, our relationships, and our lives.